Texto de Discurso - ACTA 2006

Presentación

 

Autoridades presentes, amigos, amigas:

 

Queremos agradecer la presencia de todos ustedes.

Como presidente de la Asociación de Cámaras de Tecnología Agropecuaria me siento feliz por esta convocatoria, y por tener la oportunidad de renovar en este cocktail   la tradición que ACTA inició en 1998, de agasajar y transmitir  su mensaje a quienes hoy nos honran con su presencia: representantes del gobierno, de entidades agroindustriales,  periodistas, profesionales y relevantes personalidades  de nuestra actividad.

 

Varios aniversarios hacen más significativo este encuentro de amistad.

Una institución muy querida por nosotros, el INTA, cumple sus primeros 50 años.

Lo mismo, una importante entidad agropecuaria, CONINAGRO. Una de nuestras Cámaras, Caprove, festeja su cumpleaños 60.

Y  CAPA, el Círculo Argentino de Periodistas Agrarios, también ha cumplido medio siglo de existencia.

Esta fiesta también es para todos ellos, su festejo es también nuestro festejo.

 

Nos encontramos en un momento histórico pleno de expectativa  para nuestro país, y particularmente para su cadena agroindustrial.

Una población mundial creciente demanda alimentos que muy pocas naciones del mundo son capaces de producir e industrializar como la Argentina.

Por otra parte, los biocombustibles abren nuevos horizontes a nuestras potencialidades.

La innovación tecnológica, gran responsable del salto de productividad agropecuaria de las últimas décadas, promete continuar con fuerza creciente su aporte a la competitividad.

 

Sin embargo, pareciera que  el conflicto y la confrontación son los protagonistas de las primeras planas.

Estamos encerrados en el círculo vicioso de la "suma cero”, y parece que hubiéramos perdido conciencia de la enorme oportunidad que tenemos por delante.

Quiero entonces que estas palabras tengan como telón de fondo la necesidad de que el gobierno, los eslabones de la cadena agroindustrial, y la sociedad en su conjunto tomen conciencia de su importancia y protagonismo, ya que el futuro de nuestra nación depende en gran medida del crecimiento de la agroindustria.

Necesitamos una política de estado en el mejor sentido, una política que involucre y participe tanto a los generadores como a los destinatarios de las innovaciones tecnológicas.

Una política que privilegie las coincidencias por encima de las diferencias, que cohesione en lugar de dividir y que participe en lugar de obligar.

Una política que provea el marco jurídico adecuado para promover la creación, la investigación y los desarrollos tecnológicos.

Una política que permita una cadena agroindustrial moderna, competitiva e integrada al mundo, que compatibilice la alta productividad con el medio ambiente, capaz de brindar bienes y servicios a cientos de millones de personas.

Una política, en suma, que apunte a "agrandar la torta" y no a pelearnos por la porción que queda.

 

ACTA nació hace 8 años con una visión integrada de la innovación tecnológica.

Somos por ahora cuatro cámaras, y estamos abiertos al crecimiento.

Y nos consideramos parte de una cadena de valor.

Por eso nuestra activa participación en el Foro de la Cadena Agroindustrial, nuestro vínculo con Maizar, Asagir, ACSOJA y la cadena del trigo, actualmente en formación. 

De allí también nuestra estrecha colaboración con las entidades tecnológicas del agro, AAPRESID y AACREA.

 

Quiero remarcar con énfasis que sin inclusión social no hay futuro, y que las Cámaras y empresas que pertenecen a ACTA creen en la Responsabilidad Social Empresaria como una forma concreta de aportar soluciones a la sociedad, de manera articulada con el estado y otros sectores sociales.

La pobreza, la marginalidad y la desnutrición de tantos niños son una paradoja absurda en un país que es uno de los principales productores de alimentos del mundo.

Debemos asumir este drama como un desafío, y ser parte de la solución.

También es nuestro desafío el acceso a la educación de todos los sectores sociales.

En este mundo cada vez más tecnológico y competitivo, en esta sociedad del conocimiento, se requiere una población educada, con conocimientos y habilidades crecientes.

La inversión en educación, investigación y desarrollo permite a la industria contar con adecuados recursos humanos.

Y más importante, permite que la sociedad sea más libre, más íntegra y más digna.

 

Quiero expresar mi reconocimiento a Solidagro, entidad en la que ACTA está integrada desde su origen, en 2002.

Soy testigo de los muchos aportes de  esta entidad a la solución de tantas carencias sociales, y por eso los integrantes de ACTA estamos honrados  por ser parte de Solidagro.

También en la línea de profundizar nuestro compromiso con la Responsabilidad Social de nuestra industria, hemos trabajado intensamente con EticAgro, el Instituto de Ética y Calidad Agroindustrial de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.

Expresamos nuestro reconocimiento al Sr. Decano,  Lorenzo Basso y al Director Ejecutivo de EticAgro, Gustavo Secilio.

 

Quiero hacer ahora una mención a los temas específicos de las Cámaras que integran ACTA, algo que en muy pocas palabras resuma los logros, expectativas y futuro de las empresas que conforman la familia de los proveedores de tecnología e insumos agropecuarios.

CAFMA, la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola, conformada por empresas que cubren gran parte  de la  geografía de nuestras zonas productivas, que genera miles de empleos y que da vida a tantos pueblos agrícolas, ha tenido un año signado especialmente por su expansión exportadora.

Fue significativo el acuerdo argentino venezolano, que representa un compromiso a cinco años de provisión de maquinaria agrícola, junto con un proyecto de capacitación en siembra directa.

CAFMA quiere expresar su reconocimiento al activo apoyo de las autoridades nacionales que hicieron posible este acuerdo, y de manera especial al Sr. Presidente de la Nación, al Sr. Ministro de Planificación Federal Julio De Vido, al Subsecretario de Agricultura Javier de Urquiza y al Sr. Presidente del INTA, Carlos Cheppi.

Nuevas expectativas de exportación se abren para Rusia, Ucrania y las repúblicas del Asia Central, que abren promisorias perspectivas y que se suman a las potencialidades de nuestro mercado interno.

 

CAPROVE, la Cámara de la industria de Productos Veterinarios, es la decana de las entidades empresarias que conforman ACTA.

Al cumplir sus primeros sesenta años, Caprove demuestra su vitalidad y potencia, contribuyendo a la productividad animal y a la transferencia y educación tecnológica de los productores ganaderos.

Lo hace en estrecha colaboración con los profesionales veterinarios, y en conjunto con las entidades públicas y privadas.

El documento que Caprove presentó el pasado 6 de noviembre, en ocasión de su aniversario, titulado "La sanidad, base de la producción, el bienestar animal y la seguridad alimentaria " representa un sólido aporte para generar un proyecto superador de largo plazo en ganadería, expresando la posición de los diferentes actores de la producción animal. 

La industria veterinaria ha continuado con crecientes inversiones para modernizar los métodos de aseguramiento de calidad en sus plantas.

Merecen destacarse la construcción de plantas de bioseguridad nivel 3A para vacuna antiaftosa,  de nivel 3 para otros productos, e implementación de las normas GMP en los procesos productivos, cumpliendo así con las normativas del SENASA.

  

Estamos orgullosos de contar con  ASA, la Asociación de Semilleros Argentinos  entre las entidades que pertenecen a ACTA.

ASA fue fundada en 1949, es miembro de la Federación Internacional de Semillas y cuenta hoy con 62 empresas socias, de las cuales 54 son de capital nacional, muchas de ellas empresas familiares.

Otras asociadas son prestigiosas empresas internacionales, que se suman al trascendente aporte tecnológico que la industria semillera brinda a la agricultura argentina.

El desarrollo y la aplicación práctica del fitomejoramiento y la biotecnología son el resultado de de un largo y costoso proceso de investigación e inversión, del que participan los sectores públicos y privados.

Se trata de generar "productos del conocimiento”, resultado de la investigación y el desarrollo.

NO de hallazgos "casuales" que disfrazan la falta de ética.

El respeto del derecho de propiedad intelectual es un requisito indispensable para la inversión en innovaciones tecnológicas.

Es casi un lugar común en nuestros discursos de fin de año el reclamar el combate al mercado ilegal de semillas, la necesidad del cumplimiento estricto de los marcos regulatorios y la pronta puesta en funcionamiento del Directorio del INASE.

¿Podremos decir dentro de un año, que celebramos que la industria de generación de tecnología productiva ha sido escuchada?

Confiamos en que así será.

 

CASAFE, la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes, representa a la industria de fitosanitarios y fertilizantes.

Esta industria ha continuado con sus programas de uso responsable, de los que podemos mencionar AgroLimpio, de recolección y reciclado de envases vacíos, y  Depósito OK, de certificación de calidad y seguridad de depósitos.

Estos programas se basan en el compromiso que nuestra industria ha asumido al adherir al Código de Conducta FAO para el uso de productos fitosanitarios, en cuyo cumplimiento estamos empeñados.

El año que termina ha sido fecundo en el trabajo conjunto entre el SENASA y todas las Cámaras de ACTA.

En el caso concreto de los fitosanitarios, hemos apreciado una firme intención de las autoridades de avanzar con las mejoras en el sistema de registros.

Es preciso avanzar en este sentido, para garantizar que sólo productos de probada calidad y adecuada trazabilidad  sean los que compiten en el mercado.

 

La generación de datos para registro de un fitosanitario conlleva grandes esfuerzos humanos y económicos.

Esfuerzos que deben ser respetados por medio de una legislación que proteja el derecho de propiedad intelectual de los datos y prevenga su uso comercial desleal. 

El comercio ilegal de productos fitosanitarios es creciente, y un verdadero peligro para la agricultura argentina.

Es preciso que el SENASA y los mismos organismos de seguridad del estado se involucren aún  más activamente en el combate a este flagelo.

La Argentina sigue sin tener una ley de Productos Fitosanitarios. Sabemos de los progresos que ha tenido ese proyecto de ley en el Senado de la Nación, y esperamos que este instrumento legal sea prontamente sancionado.

La industria de fertilizantes ha continuado su expansión, con importantes inversiones en plantas y sistemas de distribución.

De esa manera,  nuestras empresas contribuyen a la nutrición de los suelos, de cara a la intensificada demanda que determina la expansión de nuestro potencial agrícola nacional.

 

Hablábamos al principio de la necesidad de coincidencias y diálogo, y de una visión que enfatice las coincidencias por sobre las diferencias, tomando conciencia de la decisiva importancia de la cadena agroindustrial como motorizadora de las soluciones de fondo de nuestro país.

Una importante parte de nuestra sociedad, en especial en los centros urbanos, e incluso varios formadores de opinión, siguen sosteniendo una anacrónica visión "campo versus industria", percibiendo al campo como un sector quejoso y oligarca, atrasado e incapaz de movilizar el progreso del país.

Los que conocemos la cadena agroindustrial sabemos de la falacia de esta percepción.

En esta equivocada visión radica gran parte de tantos fracasos argentinos.

No estamos dispuestos a quedarnos con los brazos cruzarnos ante esta situación.

 

Se trata de un problema de comunicación, y de una responsabilidad de quienes sabemos todo lo que nuestra agroindustria puede brindar a nuestro país.

Por eso, es que con gran convicción anunciamos que, a partir de este momento, ACTA se suma a AAPRESID y AACREA en el programa Darse Cuenta, una iniciativa de comunicación cuyo objetivo es, justamente, el de generar en la opinión pública la percepción adecuada del valor que posee esta cadena agroindustrial, al que pertenecemos y amamos.

Dos queridos amigos, Víctor Trucco y Marcelo Carrique, nos acompañan hoy para lanzar esta adhesión de ACTA al "Darse Cuenta".

Víctor, por AAPRESID, y Marcelo, por AACREA, nos honran hoy con su presencia.

Muchas gracias a estas dos queridas entidades, tan identificadas con la excelencia tecnológica, por permitir que nos sumemos a ella.

 

Los invito ahora a que juntos veamos un video que resume la visión del programa "Darse Cuenta". 

 

Muchas gracias.

 

 Diciembre 5 de 2006